Nuestra consultoría en calidad de energía se enfoca en los puntos donde tu operación no puede fallar: confiabilidad eléctrica, continuidad operativa, protección de activos y escalabilidad.
Colaboramos con empresas que enfrentan riesgos invisibles pero costosos: desde fallas intermitentes hasta blackouts con impacto millonario. Ayudamos a entender, optimizar y blindar su infraestructura energética, alineando tecnología, operación y estrategia.
Aportamos una visión técnica profunda con un enfoque integral: combinamos ingeniería, análisis financiero y cumplimiento normativo para maximizar el valor del sistema completo, no solo de sus partes.
Porque cuando la energía falla, todo lo demás se detiene.
Cortes inesperados, pérdida de datos críticos, UPS sobredimensionados o ineficientes, configuraciones inadecuadas y mantenimientos que nunca llegan a tiempo. Hemos acompañado a organizaciones de todos los tamaños que pensaban estar protegidas, hasta que un fallo los obligó a detener operaciones.
Diagnóstico técnico completo, alineado con las normativas y mejores prácticas internacionales.
Recomendaciones objetivas, sin sesgos comerciales: priorizamos el rendimiento, la seguridad y el retorno de inversión.
Modelado financiero del impacto potencial ante fallas, para cuantificar riesgos reales.
Simulación de autonomía, según cargas reales y tipos de respaldo (UPS, bancos de baterías, generadores, etc.).
Informe de hallazgos con medidas de acción priorizadas por criticidad operativa.
¿Mi sistema actual tiene capacidad de autonomía suficiente para contingencias reales?
¿Estoy protegiendo los equipos adecuados o respaldando cargas que no lo requieren?
¿Qué pasa si se va la luz durante 1, 4, 8, 24 h? ¿Cuál es el costo real?
¿Cómo escalar mi sistema sin sobredimensionar ni duplicar inversiones?
1,200 proyectos realizados en sectores como salud, industria, banca, retail y educación.
Análisis y configuración de sistemas de hasta 1.000 kVA en ambientes de alta criticidad.
Acompañamiento en auditorías de cumplimiento bajo normas como NOM-001-Sede 2012 y estándares de continuidad operativa.
Experiencias reales de empresas que transformaron su infraestructura energética con nuestra asesoría especializada. Cada caso representa desafíos únicos y soluciones personalizadas que generaron resultados medibles.
Contaban con UPS redundantes de 80 kVA, autonomía teórica de 45 minutos. Sin embargo, durante un análisis térmico y pruebas de carga crítica, se descubrió que las baterías estaban deterioradas al 38%, y el sistema solo aguantaba 11 minutos en carga plena. En una caída de red real, ese margen habría sido insuficiente para completar una cirugía cardíaca en curso.
Reconfiguración del respaldo en zonas críticas, cambio de tecnología de baterías y simulaciones periódicas de falla como protocolo de control.
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Cada sucursal tenía su propio sistema de respaldo (entre 3 y 10 kVA), instalado por diferentes contratistas. Resultado: falta de estandarización, múltiples fallas por incompatibilidad de voltajes y un costo de mantenimiento anual 3 veces mayor al necesario.
Diseño de una solución modular y escalable, con especificaciones unificadas a nivel nacional y monitoreo centralizado desde casa matriz.
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La matriz creía tener un sistema a prueba de fallos, con doble línea de alimentación, UPS online de última generación y planta de emergencia. Pero no se habían separado las cargas críticas de las auxiliares. En un blackout real, el sistema no discriminó prioridades y colapsó.
Auditoría completa, clasificación de cargas por nivel de criticidad, reconfiguración del sistema de transferencia y asesoría en protocolos de failover automático.
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Se realizan mantenimientos preventivos, pero no existía un sistema de monitoreo continuo. Durante una tormenta eléctrica, una sobrecarga provocó que el UPS entrara en bypass sin alertar al personal. La línea de producción paró 2 horas: más de $800,000 MXN en pérdidas.
Implementación de sensores, sistema de alertas por anomalías, tablero remoto y capacitación al personal de planta.
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La empresa había invertido en equipos de análisis de última generación, estandarizados en todas sus sucursales. El problema: la infraestructura eléctrica no creció al ritmo del equipamiento. UPS con más de 8 años sin mantenimiento, instalaciones eléctricas subdimensionadas y sin líneas separadas para respaldo.
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